Poema de Teurbe Tolon |
Por Enrique Del Risco
Lo inexacto de la ubicación del nacimiento del símbolo más reconocible de la nación cubana puede resultar frustrante, sobre todo si ocurre que vives no lejos de allí. No es fetichismo histórico. Toda ciudad, a pesar de su impresión caótica termina individualizando cada rincón, atribuyéndole una personalidad y frente a esto la mera aproximación es flaco consuelo. No se trata de ubicar un punto en el desierto o en la estepa donde tal combate tuvo lugar. Se trata de determinar un sitio concreto entre las muchas posibilidades de interacción que una ciudad ofrece. Sobre todo en una ciudad como Nueva York donde el tiempo y la historia se va a acumulando a mayor velocidad que en otros sitios. No resulta irrelevante determinar –me decía al emprender la investigación- cuál de los rincones de Nueva York vio combinar por primera vez esos colores y diseño que animan lo mismo una tienda de tabacos en La Haya que un puesto de croquetas en Miami.
Lo inexacto de la ubicación del nacimiento del símbolo más reconocible de la nación cubana puede resultar frustrante, sobre todo si ocurre que vives no lejos de allí. No es fetichismo histórico. Toda ciudad, a pesar de su impresión caótica termina individualizando cada rincón, atribuyéndole una personalidad y frente a esto la mera aproximación es flaco consuelo. No se trata de ubicar un punto en el desierto o en la estepa donde tal combate tuvo lugar. Se trata de determinar un sitio concreto entre las muchas posibilidades de interacción que una ciudad ofrece. Sobre todo en una ciudad como Nueva York donde el tiempo y la historia se va a acumulando a mayor velocidad que en otros sitios. No resulta irrelevante determinar –me decía al emprender la investigación- cuál de los rincones de Nueva York vio combinar por primera vez esos colores y diseño que animan lo mismo una tienda de tabacos en La Haya que un puesto de croquetas en Miami.
Sin embargo el margen de posibilidades de dar con el sitio exacto
donde Miguel Teurbe Tolón pasó la bandera en limpio era bastante desalentador. En
Cuba su nombre había aparecido en diversas publicaciones periódicas de su
Matanzas natal y de La Habana además de estrenar un par de obras teatrales. En
sus años neoyorquinos comenzó como jefe de redacción del periódico separatista
y anexionista La Verdad y más tarde
fundó y dirigió publicaciones como “El Cubano, El Papagayo y El Cometa” y “tuvo
a su cargo la sección hispanoamericana del Herald, de
Nueva York”.
Directorio de Nueva York de 1850 |
Sin embargo en los días en que diseñó la bandera Teurbe
Tolón, en su condición de recién llegado, con esa invisibilidad de los
inmigrantes recientes, tuvo escasas posibilidades de dejar huellas en la
memoria escrita de la ciudad. Esa memoria que se registra en directorios,
censos o archivos de transacciones comerciales. Y en efecto ni en el directorio
de 1849 ni en el censo de 1850 aparece el nombre del poeta.
Directorio de Nueva York de 1850 |
Siendo editor de “La Verdad” creó para la
cabecera de dicho periódico un diseño que recuerda el cuartel superior del
actual escudo cubano. De acuerdo con Cirilo Villaverde fue el propio Miguel
Teurbe Tolon el encargado del diseño en el propio año de 1849 de lo que luego
de varias modificaciones se convirtiera en el escudo nacional cubano y que
entonces se usó “a modo de escudo de armas para sellar los despachos y bonos
que debía emitir”.
En relación a la presencia de Teurbe Tolón en Nueva York en aquellos
primeros tiempos sí hay incidente que aparece registrado en varios periódicos
de la época. Se trata de su detención por la policía en mayo de 1850. Casi un
año después de que Teurbe Tolón trasplantara al papel la bandera imaginada por
López encabezó una manifestación en la zona baja de la ciudad en apoyo a la
expedición de Narciso López a Cárdenas.
Noticia sobre detención de Teurbe Tolón |
El periódico The Sun –cercano colaborador de los planes expedicionarios- había
dado la noticia y un grupo de exiliados cubanos se habían lanzado a la calle
bandera en mano para celebrar el acontecimiento del que todavía no se conocía
su desenlace. Ante la protesta del cónsul español en la ciudad Teurbe Tolón fue
detenido por la policía, y su nombre apareció en los periódicos pero no el
lugar de su residencia. Tuve la esperanza de que en los archivos municipales de
Nueva York apareciera algún documento asociado a su detención pero la búsqueda
no arrojó resultados positivos. En cualquier caso –traté de consolarme- tales
documentos hubieran reportado dónde residía el poeta en mayo de 1850 y no once
meses antes, cuando definió el diseño de la bandera.
¿Y si en lugar de rastrear sus huellas en los tortuosos archivos
municipales buscaba en el periódico donde había fungido como editor durante
años? No es que esperara que un editor incluyera en el periódico que edita su
dirección personal. Pero quizás navegara
con suerte y encontrara en “La Verdad” alguna pista que pudiese llevarme a la
verdad y de paso dar con uno de los juegos de palabras más infelices en la
historia del idioma. Pues tuve suerte: “La Verdad” entrecomillada y mayúscula
traía consigo la otra. En la última página del número del 18 de mayo de 1849 aparecía
un anuncio que se invitaba a tomar clases particulares de español en el número
47 de la calle Warren justamente con el señor M. T. Tolon. Tan modesto anuncio con el que el inminente diseñador de la bandera pensaba complementar el salario que recibía como editor de "La Verdad" puede servirnos indirectamente como acta de nacimiento: al menos menciona a quien atendiera el parto y el lugar de nacimiento. El resto lo describía en detalle el autor de "Cecilia Valdés".
Reccorte de anuncio del periódico La Verdad del 18 de mayo de 1849, unas semanas antes de la creación de la bandera |
En el propio número
del 18 de mayo aparece un poema firmado por Miguel T. Tolón que no era otro que
quien dibujara la bandera. La existencia de una dirección oficial para el
periódico en el 102 de Nassau Street hace pensar que 47 Warren St. No podía ser otra
que la dirección particular de Tolón en aquellos días y que allí, coincidiendo
con el relato que hiciera Cirilo Villaverde en 1873 tuvo lugar la reunión donde
se acordó el diseño de la futura insignia nacional.
Antes del descubrimiento de este anuncio me inclinaba por creer que
era la dirección apuntada por el libro de notas de Villaverde (Murray entre
Broadway y Church) la correcta partiendo del principio de que las anotaciones
más cercanas en el tiempo a los hechos ofrecen menos espacio al error. No obstante que
24 años más tarde Cirilo Villaverde decidiera dar su versión pública y
definitiva teniendo todavía en su posesión dicho libro de notas* (“El diario de
tres años consecutivos, este sí siempre lo llevo a mi lado” dice en una carta
del 25 de mayo de 1891) hace pensar que en 1873 tenía motivos para no ajustarse
a sus apuntes de dos décadas antes. De manera que al cotejarse el relato de
Villaverde de 1873 con el anuncio que insertó Tolón en mayo de 1849 ofreciendo
clases de idioma se puede afirmar con razonable seguridad que fue en la
dirección de 47 Warren Street el lugar de residencia de Miguel Teurbe Tolón y
su esposa en junio de 1849 y por tanto donde se celebró la reunión en la que encontró
forma y concreción la actual bandera cubana.
Mapa de 1850-1854 que incluye la calle Warren con sus números correspondientes |
Cotejado con mapas de la época se comprueba que todavía se conserva la numeración
original de 47 Warren St. donde debió estar la casa de huéspedes que alojó a
mediados de 1849, en aquellos días a nombre de un tal John McLaren. Lamentablemente,
como ocurre con la inmensa mayoría de las edificaciones de la zona, el edificio
original ya no existe.
Captura de mapa interactivo que permite superponer mapa de 1836 a una vista actual de Nueva York centrado en la calle Warren entre Church y Chapel |
Apenas cinco años después de la creación de la bandera de
acuerdo con un informe de 2002 de la “Tribeca South Historic District” se
erigió en lugar de este un edificio de”Italianate-style” que “was constructed
c.1854 as one in a pair of similar buildings including the adjacent 45 Murray Street, at a time when the
residential streets to the west and north of City Hall Park were being rapidly
redeveloped with new commercial buildings for the dry goods trade”. (En otros sitios aparece como 1910 la fecha del edificio pero el reporte de la “Tribeca South Historic District” aporta mucha más información). Es una
suerte sin embargo que -a diferencia de otros sitios del downtown neoyorquino
en los que con la erección de rascacielos descomunales quedó barrido todo
rastro de la planta original de las antiguas edificaciones- este conserve dimensiones, frente y planta no del todo
distintos al de la edificación original. El edificio que abarca la numeración
45-47 Warren St. Hoy se encuentra en reformas para ser reconvertido en edificio
de apartamentos aunque sin alterar la fachada de la edificación construida en
1854, en perfecta ignorancia de que hace 167 años allí mismo se gestaron los
símbolos de un país.Ni más ni menos que la misma ignorancia que sobre el tema siempre ha demostrado dicho país.
Vista actual de la entrada de 47 Warren Street |
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