El pasado 26 de marzo se llevó a cabo, en los salones del Renaissance
Banquet Hall de Miami, un emotivo encuentro de expresos políticos cubanos y sus
familiares y amigos para conmemorar el cierre del Presidio Político en Isla de
Pinos 50 años atrás. El acto fue organizado por el Instituto de la Memoria
Histórica Cubana Contra el Totalitarismo que dirige Pedro Corzo (miembro de
nuestra Academia) y contó con una asistencia superior a las 500 personas.
Carmen Toro de Gómez y Ángel De Fana fueron los encargados de conducir el acto
que contó con la lectura de un conocido poema de Ángel Cuadra por su propio
autor, un recuento general del presidio en Cuba por Amado Rodríguez y la
presentación del libro El Presidio
Político de Isla de Pinos, una destacada antología de testimonios compilada
por Ramiro Gómez Barrueco. Una parte muy emotiva del acto fue la entrega de la
Orden Lázaro Machado a notorios sobrevivientes del presidio y/o probados
luchadores contra el totalitarismo.
El resumen del acto estuvo a cargo de Pedro Corzo quien destacó que “Cinco décadas no
han logrado borrar de la memoria las experiencias de los sobrevivientes de más
de 15,000 prisioneros políticos que entre 1959-1967 poblaron circulares,
edificios, pabellones, celdas de castigo y campos de trabajo forzado”,
recalcando que “El presidio fue y es expresión genuina del carácter nacional: plural
en pensamiento político, amplio en creencias religiosas, mosaico de razas y
reflejo del espectro social.” Más adelante Corzo sintetizó así la trágica
realidad cotidiana del presidio político castrista: “La muerte o la
invalidez atacaban sin piedad ni aviso. La bayoneta, el disparo alevoso o la
enfermedad no tratada, dejó a muchos entre las rejas. El suicidio fue para
algunos la razón en aquella locura interminable. La demencia apagó
inteligencias y sesgó espíritus”
Eduardo Lolo, presidente de la AHCE, y Pedro Corzo |
Sin
embargo, a pesar de las cinco décadas transcurridas, Corzo enfatizó que no se
puede hablar del Presidio Político Cubano en términos del pasado. Dijo al
respecto: “Aquello permanece con nosotros y dentro de nosotros. Presente la
ternura perdida. La juventud que se fue a galope. Las arrugas y las canas, la
vejez que al trote se apoderaba de todos. De las playas y fiestas que no
conocimos. De las novias y esposas que fueron fieles hasta el final, pero
también de las que vencidas por el dolor y el largo andar, tomaron otro rumbo. Cuántas
pasiones mordimos con las piernas y los dientes. Cuántos no tuvieron hijos,
porque al cumplir con su deber se marchitó su cuerpo. Todo eso, junto a los
muertos, locos y lisiados, integran el inmenso tributo que los presos
políticos, hombres y mujeres, han rendido a Cuba.”
Completa
dicha gesta su trágico seguimiento actual, como destacó Corzo al señalar que “En
aquella cárcel poesía y epopeya se confundían y todavía hoy, a pesar de casi
seis décadas de totalitarismo, hombres y mujeres continúan escribiendo en
las paredes de nuevas y viejas prisiones.”
El solemne acto terminó con
la audiencia entonando emotivamente “La Montaña”, el Himno del Presidio Político Cubano con letra y música de Manuel
Villanueva, por primera vez coreado en el Presidio Político de Isla de Pinos, donde fue creado. Una
cena criolla posterior sirvió para que compañeros de lucha venidos de diversos
estados se volvieran a ver y compartieran recuerdos y esperanzas luego de
muchos años de distancias físicas, que no de principios.
Israel Abreu al recibir la Orden Lázaro Machado |
Algunos miembros de la Academia de la Historia de Cuba en el Exilio estuvieron
presentes en el acto, aunque la representación oficial le fue encomendada a
nuestro Vice-Presidente, el Sr. Luis Israel Abreu, sobreviviente del Presidio
Político Cubano y quien, para orgullo de nuestra corporación, fuera uno de los
galardonados con la Orden Lázaro Machado.
Mi comentario es que agradezco al Instituto de la Memoria de la Historia Cubana contra el Totalitarismo el haberme otorgado este diploma por mi dedicacion a la libertad de Cuba. Pero quisiera agregar que, aunque lo agradezco, no necesito recompensa pues lo que hago por Cuba lo considero una obligacion.
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