Friday, February 8, 2019

Y con ustedes...¡las rumberas cubanas!

Por Iván Acosta

Aquí están las famosas rumberas cubanas que hicieron historia en México con su talento y su belleza, y que dejaron un ciclo de películas que hoy en día se consideran joyas del cine nacional.
 
Rosa Carmina es una legendaria actriz cinematográfica y vedette cubana. Representó los sueños eróticos de varias generaciones de latinoamericanos aficionados al cine musical y de acción. Es considerada primera figura del llamado Cine de Rumberas de la conocida como Época de Oro del Cine Mexicano.
Rosa Carmina
Rosa Carmina Riverón Jiménez nace en La Habana, Cuba. El Presidente Miguel Alemán la nacionaliza mexicana al poco tiempo de haberse instalado en el país. Llega a México de la mano del productor y director español Juan Orol, quien buscaba a una musa que sustituyera a su ex esposa, María Antonieta Pons.

Alcanza gran popularidad gracias a su temperamento y porte, pero sobre todo, por su imponente presencia y estatura poco frecuente en las estrellas de la época 1.77 cts, que la hizo destacar del resto de las “rumberas”. 



Neé Emelia Pérez Castellanos mejor conocida como Ninón Sevilla nació el 10 de Noviembre de 1921 en La Habana, Cuba. Durante su juventud trabajó como bailarina en los centros nocturnos y cabarets más famosos de La Habana y fue ahí donde adoptó el nombre artístico de Ninón Sevilla.

En 1946 llegó a México, en donde ayudó a crear el que fuera denominado “Cine de Rumberas” junto a otras famosas bailarinas como Maria Antonieta Pons y Amalia Aguilar.

Ninón es reconocida como la primer y original “Aventurera”, tras haber protagonizado la película del mismo nombre en 1950. Gracias a su impresionante carrera y a su combinación perfecta de belleza y sensualidad, Ninón es sin lugar a dudas una de las más grandes leyendas del cine mexicano.

Fue María Antonieta Pons una actriz versátil del cine mexicano. Nació el 11 de junio de 1922 en La Habana, Cuba.

   

Una de “Las reinas del trópico”, actriz versátil que trabajó en diversos géneros fílmicos como drama, comedia, musical, fantasía, romance y “thriller”, al lado de grandes actores como Sara García. Así, la cubana, junto a Ninón Sevilla, Meche Barba, Rosa Carmina y Amalia Aguilar, fue la pionera de las llamadas “rumberas del cine” y protagonista de numerosas películas musicales.




Inició su carrera en cine en su tierra natal, en 1938, tras el lanzamiento de la película “La serpiente roja”, protagonizada por Aníbal de Mar en el papel de “Chan-Li/Po”. Tiempo después viajó a México y durante la década de los 40 y 50 fue reconocida como “La primera rumbera de la cinematografía”.

El exuberante movimiento de cadera y hombros se posesionó de las pantallas del mundo para encabezar el grupo de rumberas integrado también por Meche Barba, Ninón Sevilla y Rosa Carmina, apodadas “Las reinas del trópico”. Su trayectoria fue larga y exitosa, que inició en 1942 con “La última aventura de Chaflán”, en la que hizo el papel de “La cubanita”.La actriz y bailarina cubana murió el 20 de agosto de 2004 a los 82 años de edad, y dejó un legado que la convirtió en la más grande rumbera de la historia. 




                                                                                                                               
Mary Esquivel también es una actriz cubana, de la misma época de Rosa Carmina y María Antonieta Pons.

Vivió con Juan Orol entre los años 1955 y 1963, protagonizó algunas de sus películas, entre ellas: El Farol en la Ventana (1957), Tahimí, la Hija del Pescador (1958) y La Tórtola del Ajusco (1960). También actuó al lado de Tin Tan en la película El Duende Y Yo (1960). Mary Esquivel falleció el viernes 30 de Junio del 2007 en la ciudad de México.

Amalia Aguilar nace en Matanzas, Cuba. Una de las más explosivas representantes del cine de rumberas. No por nada le apodaron “La bomba atómica”.

A pesar de que su paso por el cine fue sólo por una década, ya que prefirió dedicarse a formar una familia, vio suficiente actividad en las fotos de cine.

Su primera cinta fue “Pervertida” (1945) y la más reciente “Las viudas del cha-cha-chá” (en 1955. Tuvo el tiempo suficiente para demostrar que, como ella, nadie bailaba la rumba con tanta facilidad y elegancia.

Hipnotizó Pedro Infante con su sensacional cadera en “Dicen que soy mujeriego” y a “Tin Tan” en “Calabacitas tiernas”.

Pero las cintas más características de esta tremenda cubana son “Las tres alegres comadres” (1952), con Lilia Prado y “Mis tres viudas alegres” (1953), al lado de Silvia Pinal.


Amalia Aguilar
 

No comments:

Post a Comment