Por Alejandro
González Acosta
2015
fue un año que merece destacarse en el territorio de los estudios del siglo XVI
en América, pues en él aparecieron al menos dos obras notables que
constituyen, cada una de ellas, sólidos aportes para el mejor conocimiento de
la significación y características del primer siglo de la colonización
española. Los estudiosos del tema americanista en el siglo XVI, podemos
celebrar ese año como portador de una excelente cosecha de contribuciones muy sustantivas
para los intereses que nos ocupan.
En
realidad, fue apenas en el 2016 cuando empezaron a circular y conocerse los dos
libros, que fueron impresos a finales del año anterior, pero ya constituyen,
cada uno, obsequios investigativos con un sólido y perdurable valor, y sin
pretender abusar del manido adjetivo, quizá resulten históricos. Sin embargo, todavía ahora, ya finalizando el 2017,
apenas han recibido la justa atención de la crítica que merecen.
El
primero de los libros es el sustantivo aporte que una profesora sevillana
establecida en la Universidad de Zaragoza ha hecho con impecable y ejemplar
dedicación, y era algo muy necesitado desde mucho tiempo atrás: la edición paleografiada
y anotada del que quizá sea el más antiguo testimonio jurídico hispanoamericano
conservado hasta hoy, escrito por un escribano autóctono en América: El Libro de protocolo del primer notario
indígena (Cuzco, siglo XVI). Cuestiones filológicas, discursivas y de contacto
de lenguas (Madrid, Iberoamericana-Vervuert, 2015)*, de la doctora Rosario
Navarro Gala. Que yo conozca, no tiene siquiera un equivalente cercano.
La
importancia de este aporte es difícil de reseñar. Se trata de una pieza que hasta
por lo que ahora sabemos, no cuenta con parangón en su época: el rescate,
aunque fragmentario, de lo que quedó de un testimonio escrito con alto valor
documental, de un instrumento muy importante para la vida y la práctica
judicial en una comunidad indígena específica, en una tan temprana fecha como
las tres últimas décadas del siglo XVI, referida a una comarca periférica como
Cuzco, es sin duda un hallazgo de valor incalculable. La “fortuna” de la
investigadora –que no es tal, sino la pericia, la perseverancia y el dominio de
los instrumentos de investigación- le permitió encontrar un tesoro en medio de una jungla de papel, dentro
del conjunto de documentos indebidamente clasificados del valioso y todavía poco
explorado Archivo Regional del Cuzco, antigua capital del imperio incaico.
Una
obra como ésta, nos permite conocer con mayor detalle la compleja organización
de la sociedad indígena, multiétnica –no hay que olvidar que allí ya convivían indistintamente los pueblos originarios
quechuas y aimaras dentro de un vasto imperio andino, y después se añadieron
pobladores foráneos, españoles y de otras procedencias, según veremos- a partir
de instrumentos jurídicos -testamentos, compra-ventas y legados- así como la
riqueza vital de esa comunidad, y posibilita trazar, documentadamente, un
perfil más preciso de lo que fue la vida de los indígenas bajo las condiciones
de la colonia temprana en el Perú virreinal.
La
obra se divide en dos Partes. En la Primera realiza una prolija y precisa descripción
de las condiciones socioculturales del Cuzco criollo –ya refundado por los
españoles- y los primeros tiempos de esa ciudad, así como el personaje Pedro
Quispe, ese “escribano público de cabildo indígena”, quien es, sin dudas, un
sujeto excepcional digno de estudio. La autora no se limita a reunir, descubrir
y exponer, sino además analiza con cabal propiedad las prácticas discursivas y
las estrategias de comunicación que se muestran en el conjunto documental,
dentro de las múltiples modalidades de las piezas jurídicas que ofrece, así
como la progresiva apropiación de la lengua impuesta por los españoles, por un
sector minoritario en principio, pero creciente, que representa fielmente el
indígena letrado Pedro Quispe, con su progresiva inserción en las nuevas
condiciones planteadas por la realidad histórica. Esas variantes y
peculiaridades del castellano temprano en su variedad andina, resultan minuciosamente
estudiadas por Navarro Gala, así como los aspectos fonéticos, fonológicos y
morfosintácticos.
Las
dos terceras partes del grueso volumen (442 páginas), están dedicadas en la
Segunda Parte a ofrecer el valioso documento con una sagaz paleografía y
transcripción cuidadosa, enriquecidas además con anexos oportunos y láminas muy
adecuadas para visualizar el documento, sin reserva alguna, memorable.
Esta
obra interesa, pues, a historiadores, antropólogos, lingüistas, juristas y toda
una dilatada sucesión de especialistas muy diversa y es, que sepamos y hasta
nueva prueba que venga a desplazarla de ese sitial, el documento testimonial
jurídico indígena transculturado más antiguo conservado hasta ahora en toda la
región americana. El libro de Navarro Gala creo dará mucho para tratar, pues ella
nos obsequia una pieza con múltiple riqueza temática, lo cual sin duda moverá
la atención de los numerosos estudiosos involucrados con estas disciplinas.
[Continuará]
*Rosario Navarro Gala, El Libro de Protocolo del primer notario indígena (Cuzco, siglo XVI).
Cuestiones filológicas, discursivas y de contacto de lenguas. Madrid,
Iberoamericana-Vervuert, 2015. 442 pp. ISBN: 978-84-8489-875-7
(Iberoamericana), 978-3-95487-415-6 (Vervuert).
No comments:
Post a Comment