Entrada de la Ermita de la Caridad del Cobre a través de
una ‘escolta’ de palmas reales.
(Foto: Circe Lolo)
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LA ERMITA DE LA
CARIDAD DEL COBRE EN MIAMI
El 8 de
septiembre de 1961, unos 30,000 cubanos exiliados convirtieron el Estadio de
Miami en una improvisada iglesia católica al asistir a una misa para celebrar en
su día a la Virgen de la Caridad del Cobre, como era tradicional en su país. Unas
horas antes había llegado desde la Isla, de donde la sacaron clandestinamente
en un bote unos cubanos huyendo del sistema totalitario castrista, una réplica
de 16 pulgadas de alto de la talla original venerada en el Santuario del Cobre,
cerca de Santiago de Cuba. Con todo el fervor religioso de los recién llegados
y la connotación patria, dicha reproducción hizo su entrada en el estadio. Los
presentes juraron entonces construirle un santuario que la albergara, para lo cual
comenzaron a recaudar fondos sacados de sus entonces muy exiguos ingresos
financieros (“quilo a quilo”, en el argot popular cubano). La construcción
comenzó en 1967 y se terminó en 1973, ubicada junto a la Bahía de Biscayne con
la siguiente dirección: 3609 South Miami Ave., Miami, FL 33133.
Vista de la Ermita de la Caridad del Cobre desde una de
las edificaciones anexas.
(Foto: Circe Lolo) |
La edificación
remeda una vetusta tienda india estilizada, levantada junto al mar. El mural de
747 pies cuadrados que adorna el altar mayor fue obra de Teok Carrasco y consta
de 63 figuras relacionadas con la historia de Cuba (desde los aborígenes hasta
los balseros actuales) siendo el centro de atención una imagen de la Virgen de
la Caridad. También aparece de manera destacada, y en la parte superior, Felix
Varela. Otras figuras que sobresalen son las de José Martí y Carlos Manuel de
Céspedes. En primer plano frente al mural, siempre iluminada, puede verse la reproducción
venerada, ataviada ricamente.
Mural en el altar de la Ermita de la Caridad del Cobre.
En primer plano y
bajo una brillante iluminación: la imagen venerada
(Foto: Circe Lolo) |
Al fondo de la ermita
ha sido construida una especie de muralla divisoria del mar que hace recordar
al malecón de La Habana. Quizás a resultas de ello, en los últimos años se ha
generalizado la costumbre de verter las cenizas de cubanos fallecidos en el
exilio en las aguas que bañan el fondo de la ermita, como si por milagro de la
Virgen del Cobre los cubanos pudieran retornar a Cuba disueltos de las olas del
mar compartido por la Bahía de Biscayne y la Bahía de la Habana. Para quienes
así lo requieran, las autoridades eclesiásticas de la ermita ofician el correspondiente
rito religioso para verter las cenizas. No resulta extraño entonces que los
familiares dolientes acudan al lugar para orar por sus allegados cuyos restos
cremados fueran allí vertidos.
Malecón al fondo de la Ermita de la Caridad del Cobre.
(Foto: Circe Lolo) |
En tiempos
recientes la ermita ha sido mejorada notablemente con otras edificaciones
anexas que la complementan. Muchas bodas, bautizos y dedicaciones de misas de
cubanos o sus descendientes se llevan a cabo frecuentemente en el templo o los
salones complementarios. En la actualidad, los criollos exiliados que viven en el
sur de la Florida no pierden la ocasión de saludar a la Patrona de Cuba en su
santuario miamense, como lo hicieron en un estadio ellos mismos o sus
ascendientes tantos años atrás. Y es muy raro que un cubano residente fuera de la
Florida, de visita en Miami, no vaya a presentarle sus respetos a Cachita (como
se le llama familiarmente a esta versión mariana), simbolizada en una antigua reproducción
cuyo viaje de olas y esperanzas tanto que hace recordar a muchos cubanos el
suyo propio.
(Investigador:
Eduardo Lolo)
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