Wednesday, October 31, 2018

María Irene Fornés (1930-2018)

Fallece en Nueva York importante dramaturga cubana*

La dramaturga, poeta, pedagoga y directora escénica cubana María Irene Fornés falleció el martes en Nueva York, víctima de Alzheimer. Tenía 88 años de edad.
La obra de Fornés, una de las figuras más destacadas de OFF-OFF-Broadway durante la década de 1960, se caracterizó por reflejar una visión compasiva de la condición humana a través de las relaciones familiares. Su estilo iconoclasta, quedó plasmado en The Widow(1961), There! You Died (1963), The Successful Life of 3A skit for Vaudeville (1965), Fango (1983) y Balseros (1997), entre más de 40 títulos.
Fornés salió de Cuba a los 15 años con su familia rumbo Nueva York, donde desarrolló la mayor parte de su carrera. Su nombre se asocia al de prominentes figuras de la escena estadounidense tales como Edward Albee, Sam Shepard, Tony Kushner y al cubano Nilo Cruz, Premio Pulitzer 2003.
“María Irene causó un gran impacto en mi vida. Gracias a ella encontré mi voz como escritor”, expresó Cruz, quien durante tres años fue su alumno en INTAR, una de las instituciones latinas más prestigiosas de Nueva York durante la década de 1980. “Era un personaje fascinante. Su imaginación no tenía límites. Por eso su obra se salía de lo común”.
[*Texto tomado de El Nuevo Herald]


Colección Mariel

Nota de prensa de la editorial Hypermedia anunciando su nueva colección Mariel:

La editorial Hypermedia presenta su Colección Mariel, una colección dirigida por Juan Abreu.
Mariel reúne los 11 libros imprescindibles para entender y evaluar una de los momentos literarios y socioculturales más silenciados durante las últimas décadas en la literatura cubana.
Mariel es el resultado de la llegada a los Estados Unidos de jóvenes escritores cubanos expulsados de la isla por las medidas represivas y de control social establecidas por el gobierno de Fidel Castro. Muchos de ellos arribaron al exilio tras el éxodo masivo que tuvo lugar desde el puerto de Mariel a las costas de Florida.
Mariel, los nombra como generación y es al mismo tiempo, el nombre de la revista que fundaron al llegar a Miami.
Sirva esta colección entonces como un homenaje a aquellos que ya no están, a la perseverancia y la tenacidad de los que aún, y por fortuna, nos acompañan.
Muchas gracias.
Las obras que comprenden la Colección Mariel son:
1. Dile adiós a la Virgen (novela), de José Abreu Felipe
2. Al norte del infierno (novela), de Miguel Correa
3. La travesía secreta (novela), de Carlos Victoria
4. Este viento de Cuaresma (novela) de Roberto Valero
5. Miami en brumas (novela), de Nicolás Abreu Felippe
6. Curso para estafar y otras historias (cuento), de Leandro Eduardo (Eddy) Campa
7. Del lado de la memoria (cuento), de Luis de la Paz
8. Impresiones en el viento (cuento), de Rolando Morelli
9. La loma del Ángel (novela), de Reinaldo Arenas
10.Boarding Home (novela), de Guillermo Rosales
11.El gen de Dios, de Juan Abreu



Monday, October 29, 2018

Filmes históricos sobre Cuba en la Biblioteca del Congreso


La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos inauguró la semana pasada la National Screening Room, una colección gratis digitalizada de filmes históricos, comerciales, noticiosos, etc. La mayoría de las películas de esta colección pertenecen al dominio público y pueden ser descargadas mientras que otras solo pueden verse en el sitio web de la biblioteca.
Entre los filmes que forman parte de esta colección hay varios realizados en 1898 por la compañía Edison en torno a la guerra que se estaba desarrollando en Cuba. Algunas son reconstrucciones de escenas de falsos combates o ejecuciones o la reconstrucción falsa a más no poder del momento en que se hiza la bandera norteamericana en el Morro. Otras muestran hechos reales como este embarque combatientes cubanos que marchan a incorporarse a la manigua:

O estas imágenes de reconcentrados escapados que esperan recibir raciones de comida de las tropas norteamericanas.

Sunday, October 28, 2018

El luchador que muere en el exilio*

Por Pedro Corzo

 

El número de  exiliados que exhala su último suspiro lejos de Cuba, entiéndase los que no hacen concesiones a la dictadura y se niegan volver al país en que nacieron si las condiciones en la isla son las mismas que determinaron su destierro, cada día se acrecienta. La biología es un severo juez que cuando ordena parar,  no existe apelación  posible que revierta esa decisión.

 

Sin dudas que habrá a quienes este contar y otros parecidos les son indiferentes, sin embargo, es de esperar que todos los que respetan el sacrificio de un ciudadano que honra sus convicciones y cumple con el país en el que nació, se sientan identificados con este escrito y otros similares que reflejan una mezcla de sentimientos de pesar y orgullo por esa gigantesca pléyade de mujeres y hombres  que como dijera el recién fallecido Israel Abreu a Paco Talavera, días antes de morir, "puedes estar seguro que mi último pensamiento será para Cuba".

 

Israel ha pasado a formar parte de una especie de Panteón Nacional Cubano que disperso por el mundo está albergado en la memoria colectiva de los que se sienten comprometidos a continuar la lucha contra el totalitarismo castrista.

 

"Rojillo", como le decían amigos y compañeros siempre asumió, sin temer las consecuencias, sus obligaciones. A su retorno a Cuba del exilio, recibió numerosas ofertas entre ellas incorporarse al ejército con el grado de capitán propuesta que rechazó, regresó a Las Villas, a trabajar con el M26J en la sección estudiantil.

 

Retomó sus estudios y ayudó a formar la Federación Estudiantil Universitaria en la provincia, pero en breve tiempo, le contó al autor de esta columna en una entrevista, "pasó de la convicción de que se había logrado el añorado sueño democrático para Cuba a un brutal choque con la realidad, cuando vio que estaban desplazando a los que habían combatido la dictadura por comunistas que no habían luchado".

 

La actitud de Israel lo alejó radicalmente de lo que se llaman las mieles del poder. Pudo haber llegado lejos en el castrismo, tenía juventud y talento y una historia de lucha que habría sido un pasaporte para las posiciones más encumbradas tal y como hicieron muchos jóvenes de su generación, pero no lo hizo, escogió el camino del deber que es siempre el más difícil y enfrentó sin dudarlo todos los retos que su decoro le impuso.

 

Su carácter, la entereza moral que le caracterizó hasta el final de sus días, determinó que junto a Richard Heredia y Pedro Luis Boitel enfrentara durante el Primer Congreso Estudiantil, 1959, las maniobras de los sicarios de la naciente dictadura para controlar el movimiento estudiantil.

 

Junto a su inseparable amigo y compañero de lucha, Ricardo Vázquez, elaboró un plan para divulgar los manejos del régimen y continuar trabajando a favor de la Revolución pero no por la Revolución. Se cuenta entre  los pocos dirigentes estudiantiles de la época que apoyó a Porfirio Ramírez, presidente de la FEU de Las Villas para evitar que fuera fusilado, aun más, organizó un plan para rescatarlo que fracasó.

 

Israel, siempre, consecuente con sus principios, cuenta el embajador Armando Valladares, era un hombre de  clara militancia revolucionaria pero abiertamente anticomunista, recuerda que expresaba sus ideas contra el comunismo de forma firme y clara.

 

Su compromiso con la democracia lo llevó a estar entre los fundadores del Movimiento 30 de Noviembre, Frank País. En la lucha clandestina recuerda Ismael Hernández,  siempre estaba dispuesto a correr el mayor de los riesgos y en Presidio su actitud descollaba por su disposición a confrontar a los esbirros de la dictadura.

 

Fue de los pocos que “plantó” al criminal Plan de Trabajo Forzado Camilo Cienfuegos. Fue golpeado innumerables veces, todavía sus compañeros recuerdan el sadismo de un sicario que después que le clavó una bayoneta la retorcía entre sus carnes y huesos sin que Israel emitiera un quejido.

 

Su entereza lo llevó a un segundo exilio. Jamás dejó de luchar participando en la reestructuración del M30N, enfocando gran parte de su actividad a estrechar lazos con quienes participaban en la lucha por la democracia en la Isla.

*Artículo aparecido días atrás en El Nuevo Herald
https://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article220629090.html

Sunday, October 21, 2018

Israel Abreu: el tamaño de la esperanza


Foto cortesía de Geandy Pavón


Por Enrique Del Risco
Israel Abreu (Remedios, 1932- Noth Bergen 2018), era un hombre bueno. Si hemos de creerle a Bertolt Brecht era de los imprescindibles, de los que luchan toda la vida. Se enfrentó a la dictadura de Batista desde las filas del Movimiento 26 de Julio y luego a la dictadura en que degeneró la revolución que había ayudado a triunfar. Estuvo entre los que el 13 de marzo de 1960 Abreu fundaron el Movimiento Revolucionario 30 de Noviembre “Frank País” siendo Abreu elegido Coordinador Estudiantil en la provincia de Las Villas. Apresado en febrero del año siguiente cumplió ¡catorce años! de una condena inicial a 12 de prisión. Una condena que en realidad un dilatado infierno que incluyó que le infligieran sesenta bayonetazos en una ocasión, una huelga de hambre de 50 días, otra de 35 e innumerables golpizas por defender su derecho a ser tratado como un preso político. Desde su salida al exilio en 1980 su actividad se multiplicó fundando organizaciones de lucha de la democracia en Cuba y en otros países, de defensa de los derechos humanos y de ex prisioneros políticos y encabezando todo tipo de protestas.

Esa información se puede encontrar en su ficha biográfica redactada por Abreu con el pudor propio de los verdaderamente grandes. Lo que su ficha fracasa en recoger es la esencia de su grandeza: esa mezcla perfecta de humildad y entrega a una buena causa que no era otra que la de la libertad humana. Porque por muchos méritos que hubiera acumulado a lo largo de su vida nunca los utilizó para ganar nada, ni siquiera una discusión. Sus palabras valían lo mismo que las de cualquiera, no importaba cuánto hubiera arriesgado por ella a lo largo de su vida para darles peso. Ni que tras las palabras de su interlocutor no hubiera más que otras palabras. Pero ni siquiera su humildad le servía para ceder un milímetro en sus convicciones esenciales.
Israel Abreu en la Unión de Expresos Políticos Cubanos. Foto cortesía de Geandy Pavón
En ese mundo tan especial de los expresos políticos cubanos donde la desmesura es el sistema de medida cotidiano no conocí a nadie más tolerante y flexible al tiempo que firme y empeñoso que Israel Abreu. Ni más esperanzado. En la última conversación que tuvimos hablaba, como de costumbre, de “la libertad de Cuba”. Y señaló, sin demasiado énfasis, que quizás no la alcanzaría a ver. Ante una evidencia que yo, treinta y tantos años más joven, doy por descontada -la que no me va a alcanzar la vida para ver la instauración de un estado de derecho- él todavía se daba el lujo de titubear. Como si en el tiempo que le quedaba en este mundo hubiera espacio para que se cumpliera el sueño al que había dedicado toda su vida adulta. De ese tamaño era su esperanza. A mí, aunque comparto los sueños Abreu, me falta su fe. Si alguna señal busco no es en las desalentadoras noticias que llegan de la isla sino en la convicción que alienta a seres como Abreu. Entiendo que mi escasa fe no se vea recompensada pero esperanzas como las que acompañaron a Abreu toda su vida bastan para anunciar un destino mejor que el que hasta ahora nos ha tocado como Nación.