Monday, September 19, 2016

“Antes de Cuba Libre. El surgimiento del primer presidente de Cuba, Tomás Estrada Palma”

            
Margarita García: “Antes de Cuba Libre. El surgimiento del primer presidente de Cuba, Tomás Estrada Palma” (Madrid: Betania, 2015, 200 páginas).

Por Octavio de la Suarée
La reciente publicación de Margarita García, profesora emérita de Montclair State University en New Jersey, Antes de Cuba Libre: El surgimiento del primer presidente de Cuba, Tomás Estrada Palma, llama la atención del interesado en la historia de Hispano América por muchos motivos pero, en especial, por 3 razones principales. En primer lugar, por la novedad de dedicarse al estudio de una de las figuras más polémicas hoy día en la historia de la República de Cuba desde su establecimiento a principios del Siglo XX; asimismo, por concentrarse en la formación, desarrollo y actuación de Tomás Estrada Palma en el período inmediatamente anterior a ser electo Presidente de Cuba in absentia a finales de 1901, una de sus etapas menos estudiadas; y, por último, por tratarse de la siempre interesante Isla en este momento en que los líderes de Cuba y Estados Unidos logran un entendimiento y dan por concluidos los motivos que mantenían a los dos países separados por más de medio siglo.
A Tomás Estrada Palma se le conoce mayormente en la historia de Cuba por su participación en 2 acontecimientos notables a principios del siglo pasado; primero, como Presidente de la República de 1902 a 1906 y por igual como el responsable de la intervención de las fuerzas armadas norteamericanas entre 1906 a 1909. Mucho se ha especulado sobre esta complicada acción suya y la autora de la obra, Margarita García, no ofrece excusas en defensa de Estrada Palma de pedir ayuda norteamericana, decisión que le cuesta al presidente su monumento en La Habana y su lugar en la revisionista historia del actual gobierno de Cuba. Sin embargo, con la perspectiva que nos brinda ya más de un siglo transcurrido desde entonces, hay que tener presente que aquella época se caracterizaba por la expansión territorial de Europa Occidental y de los Estados Unidos en busca de nuevos mercados económicos. A la vez la despreciada Enmienda Platt a la Constitución cubana ya se encontraba vigente. Por otro lado, como sí indica la profesora García, varios otros hechos de naturaleza personal en la vida de Estrada Palma ofrecen más luz sobre el tema y quizás pudieron haberlo inclinado a tomar tal medida, incluyendo los más de 15 años que pasó viviendo en Estados Unidos; el desarrollo de su vida y su aclimatación en Central Valley, New York, como Director del Instituto Estrada Palma; la realidad de que casi todos sus hijos fueran nacidos y se formaron en este país; el hecho de que, como Delegado de la Junta Revolucionaria Cubana a la muerte de José Martí, Estrada Palma ya estaba en contacto con la administración norteamericana a través de su abogado y los miembros de su Delegación en Washington, D.C.; y, por último, su admiración por la joven y fuerte nación que ayuda a conseguir la Independencia de su patria y pone fin al colonialismo español en las Américas.
La profesora García estudia la vida y obra de Tomás Estrada Palma solamente desde su nacimiento hasta su llegada a La Habana para tomar posesión de la Presidencia el 20 de mayo de 1902, sin entrar en su actuación como presidente, lo cual excluye el reconocimiento de sus méritos como estadista, entre ellos, el reducir a solo Guantánamo el interés de los Estados Unidos de establecer 7 bases militares en la isla; el conseguir que Isla de Pinos –ambicionada por los norteamericanos- permaneciera como parte del territorio de la República de Cuba; y su intachable honestidad demostrada en el hecho de que el Tesoro de la República mostrase un superávit al final de su periodo en 1906. La obra se halla dividida en 4 partes teniendo en cuenta las 4 facetas más importantes de su vida, a saber, su labor como patriota, como maestro, como Delegado del Partido Revolucionario Cubano y, por último, los acontecimientos personales ocurridos en el período de 1898 a 1902, que mucho van a influir en su futuro.Sus esfuerzos como patriota por la causa de la independencia cubana son muy conocidos por todos hoy día, comenzando con su participación en la lucha desde el inicio de la Guerra de los Diez Años en su natal Bayamo y en Yara, su actuación como miembro de la Asamblea de Diputados durante todo el conflicto y el hecho de que es Presidente de la República de Cuba en Armas cuando cae prisionero de las fuerzas españolas en 1878. Los 18 meses siguientes que pasa en prisión los va a aprovechar para el desarrollo de sus teorías sobre la educación, ideas que implementa a su regreso de Honduras donde establece familia y pasa unos 5 años dedicado a la enseñanza y en el desempeño de varias funciones gubernamentales. De vuelta en Central Valley comienza ahora la década más productiva de su vida, primero como director del exitoso Instituto Estrada Palma, donde cursan estudios alumnos de familias cubanas, latinoamericanas en general y asimismo norteamericanas. Estrada Palma – señala el crítico- se refería al nuevo mundo “’como dividido en dos razas, la anglosajona y la latina’, pero que ‘los dos grupos, por sus instituciones republicanas y por los sentimientos democráticos que inspiran igualmente a todos sus ciudadanos, forman una sola comunidad’. La escuela, esperaba él, ‘sería un lugar de contacto cordial y fructífero entre los hijos de las diferentes divisiones del hemisferio occidental; porque bien se sabe que las impresiones que se despiertan y los lazos de amistad que se adquieren en el aula constituyen las más memorables reminiscencias de la vida’. Su objetivo, pues, era el de ‘propagar el conocimiento de inglés entre los latinoamericanos y el conocimiento de español entre los anglosajones”. Por desgracia, como indica Margarita García, no existen detalles de teoría educacional de Estrada Palma aparte de sus ideas sobre la importancia del bilingüismo y el biculturalismo, pero sí se puede obtener una “excelente descripción de la atmósfera de la escuela y de los objetivos del curso de estudio gracias a la pluma de José Martí, que visitaba frecuentemente Central Valley. Éste, en un artículo publicado en la revista Patria, describe que la escuela en el “majestuoso y saludable valle” transforma rápidamente a los latinoamericanos en jóvenes que hablan “inglés puro” y que componen correctamente sus ideas en español, en francés y en inglés”. Añade además que “la cultura y el idioma del país anfitrión deben aprenderse, “porque aquellos que no lo hacen son hombres sin brújulas, partidos por la mitad, nulos para los demás y para sí; no benefician al país en que han de vivir y no saben beneficiarse de él”.
No obstante, el Apóstol de la Independencia cubana, estaba trabajando muy duro en su empeño por unir a los cubanos para una nueva lucha por la independencia y en septiembre de 1887 fue a reclutar a Estrada Palma a Central Valley. Hacía falta – le dijo- que una persona de la reputación de Don Tomás apareciera en público en apoyo a la causa. Y desde ese momento Estrada Palma empieza a desatender los asuntos del Instituto y a compenetrarse más aún con la causa cubana, y al morir Martí en Dos Ríos en 1895 abandona definitivamente el Instituto y se muda a Nueva York ya electo Delegado de la Junta Revolucionaria Cubana. Es ahora cuando el patriota y el maestro comienza a demostrar sus cualidades de delegado como conciliador entre los diferentes grupos cubanos, como recaudador de fondos, como organizador de expediciones armadas y como diplomático tratando de obtener el reconocimiento del gobierno norteamericano para Cuba como ‘país beligerante’, lo cual evitaría la persecución de sus guardacostas, entre otras obligaciones. La última parte del libro se concentra en el retorno de Estrada Palma a Central Valley tratando de volver a levantar el Instituto, su interés de permanecer en Estados Unidos durante la Guerra Hispano Americana y después, la visita de Máximo Gómez instándolo a postularse como candidato presidencial en las próximas elecciones de diciembre de 1901, y, finalmente, su entrada triunfante en Cuba como presidente electo de la joven nación. Tenemos entendido que habrá 2 versiones de este libro, una en español – la que nosotros reseñamos- y otra en inglés próxima a publicarse. La edición en castellano es de bolsillo, con una bella portada de Paul Caicedo, que muestra la isla de Cuba vista desde el espacio. Asimismo, la obra contiene una foto de Tomás Estrada Palma sentado en la silla presidencial, una bibliografía y un índice onomástico. Esperemos que esta obra sea difundida por toda la isla en breve para que el pueblo cubano pueda darse cuenta al fin del engaño a que ha sido sometido en la figura de Tomás Estrada Palma por el régimen castrista, salga de su ignorancia y rectifique su error.

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